Los fabricantes de cajones y mobiliario, conscientes de la deforestación y la escasez de madera natural, impulsaron el desarrollo y la producción de tableros de MDF como una alternativa a la madera maciza.
Un tablero de MDF se obtiene con el procesamiento de residuos (de maderas duras y blandas) prensados junto con resina o pegamento a altas temperaturas.
El panel de densidad media (también llamado: MDF, o DM) se caracteriza por su uniformidad y consistencia en el momento del corte. Al no tener textura granulosa, sus propiedades son las mismas en todas las direcciones. Tiene propiedades que permiten excelentes resultados con el mecanizado de pantógrafos.
La abreviatura MDF proviene de las siglas en inglés de las palabras: tablero de fibras de densidad media. Es el panel de uso más extendido de la familia, que comprende tres categorías distintas. Según la densidad final y el proceso de fabricación, hay tres categorías de paneles de fibra de madera:
- LDF, o baja densidad.
- MDF, o densidad media.
- HDF, o alta densidad.
El MDF es liso, no tiene nudos, se puede trabajar fácilmente y no tiene tendencia a desmoronarse. Es un material muy estable en términos de expansión y contracción. Para mejorar su apariencia, los paneles se pueden cubrir con melamina, papel lacado, láminas de madera, etc.
¿Cómo se fabrica el tablero de MDF?
El tablero de fibra de densidad media se fabrica a partir de restos de madera que se consolidan mediante presión, calor y la adición de adhesivo sintético.
Los restos de madera utilizada para su producción son de diferentes tipos de coníferas. La madera se refina y se muele hasta convertirla en una especie de pasta que se sumerge en agua. El porcentaje de fibras utilizadas en la fabricación de un panel es de un 85%, previamente tratado para eliminar la lignina.
Durante su fabricación, se pueden agregar ciertos productos químicos con el objetivo de proporcionarles características adicionales, como evitar la aparición de hongos y mohos, tratamientos hidrófugos o ignífugos. Al igual que la madera maciza, el MDF no es un buen conductor térmico y acústico. Las propiedades aislantes se pueden mejorar con el acople de otros elementos que las potencie.
Una de las especificaciones a tener en cuenta del MDF es la densidad de las fibras. Según la norma UNE-EN 316, debe ser igual o superior a 450 kg / mc, un valor que hace que el material sea muy estable respecto a la madera sólida, una propiedad que es muy apreciada en carpintería, o fabricantes de cajones y muebles.
El contenido de formaldehído en el material se clasifica en E1 ed.E2 de la norma UNE-EN13986. Durante algunos años, los fabricantes de paneles de MDF se han comprometido a producir material con bajo contenido de formaldehído, con valores incluso más bajos que los requeridos por la clase E1.
En el mercado actual encontramos MDF producido con resinas con un bajo contenido de sustancias tóxicas, e incluso con volumen cero de formaldehído. El MDF se puede reciclar totalmente al final de su período de vida.
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