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Los cajones, ese gran enemigo del orden… ¿A quién no le ha ocurrido eso de desear utilizar una camiseta que hace tiempo que no te pones y, después de una larga e inútil búsqueda, acabar finalmente con un cajón revuelto y en el suelo una maraña informe de prendas arrugadas?


Si esto te ha sucedido en más de una ocasión entonces este artículo es para ti. Quédate y sigue leyendo, porque en este post hemos preparado una serie de trucos y consejos que te ayudarán a mantener tus cajones ordenados, limpios y bien estructurados.


Primeros pasos: limpia y selecciona los cajones adecuados


Para empezar, lo primero que deberás hacer será darle una limpieza a los cajones y muebles. Para lograrlo, vacíalos y aspira el polvo con una aspiradora. Luego, límpialos empleando un paño húmedo y jabón neutro, evitando así dañar la madera (si es que son cajones de madera).


El siguiente paso en nuestro camino hacia el orden tendrá que ver con desechar todo lo roto, lo viejo o lo innecesario. Es decir, deshazte de todo aquello que no uses y que lleve tanto tiempo allí escondido que ni siquiera recuerdes que lo tenías. Eso sí: dona o recicla todas aquellas prendas y objetos que no necesites, pero que aún sean utilizables. Darles una segunda vida a los productos es importantísimo y ayudará a reducir la contaminación.


Clasifica los cajones por categorías y por tipos de cajoneras


Una vez hayas limpiado y desechado, vamos con el paso más complicado: ordenar los cajones. Lo más práctico es clasificar los cajones por categorías. Es decir: asigna un cajón para elementos tecnológicos, otros para ropa, otros para medicinas, otro para utensilios de papelería, etcétera.


Y si vives con varias personas, selecciona armarios, muebles y cajones concretos para cada conviviente. Ten en cuenta que si optas por guardar elementos de varias personas en un mismo cajón es probable que acabe formándose un lío enorme.


Ah, y otra cosa: relájate y no seas demasiado estricto contigo mismo. No siempre se pueden tener los cajones ordenados a la perfección. Lo fundamental es que vayas generando un orden con el que te sientas cómodo y que se adapte a tus necesidades diarias.

Y una vez en el interior del cajón, ¿cómo ordenarlo?

En este asunto puede decirse que hay varias reglas de oro bastante útiles. Para empezar, échale un vistazo a la técnica de almacenaje empleada por Marie Kondo. El método KonMari (así se llama la técnica) consiste en doblar y apilar la ropa en horizontal en lugar de en vertical (en torres, vaya), que es como casi todos solemos hacerlo antes de conocer este novedoso método.


Según Marie Kondo, doblar y guardar la ropa siguiendo su técnica hará que ganes en espacio y en funcionalidad, pues de este modo te será mucho más sencillo identificar las prendas de tan solo un vistazo.


Otro truco muy útil consiste en colocar lo que más uses al frente del cajón y lo que menos emplees, al fondo. Siguiendo este sencillo consejo evitarás revolver los cajones y armarios cada vez que necesites buscar algún objeto.


Divide y vencerás. Las cajoneras también necesitan un orden propio


Este punto es esencial. Dividir los cajones en distintos espacios pondrá orden al instante. Lo más habitual es emplear cajas para compartimentar los cajones y cajoneras en pequeñas secciones, ubicando en cada sección los elementos y objetos que desees.


Hoy en día ya pueden adquirirse cajones que vienen directamente compartimentados y divididos en subsecciones. Sin embargo, si los cajones de tu hogar no son así, siempre puedes dividirlos tú mismo empleando cajas y bandejas. Estos espaciadores pueden comprarse con facilidad y están disponibles en todo tipo de tamaños, formas, colores y materiales (cartón y tela, sobre todo). Además, el precio para adquirirlos suele ser muy accesible.
Para guardar objetos pequeños como relojes, gafas de sol o joyas deberás emplear cajas pequeñas, mientras que, para almacenar ropa grande como jerséis o pantalones, o incluso para ordenar elementos de cocina en armarios, necesitarás cajas más amplias y profundas.


Eso sí, mide la altura de tus cajones y muebles antes de comprar las cajas. Si no lo haces es bastante probable que las cajas que adquieras no quepan en el espacio de tus cajones y cajoneras.